Ya tuvimos en este Museo la posibilidad de contemplar una obra del gran Marcel Duchamp, el mejor representante del movimiento dadaísta y creador del concepto de ready-made.
Pero antes de llegar a estas prácticas artísticas, Duchamp coqueteó con
el Cubismo y el Futurismo, aunque ya de una manera poco seria. En la
obra que hoy nos ocupa, el artista une las dos tendencias pictóricas a
las que hemos aludido: del Cubismo toma la facetación del cuerpo en
distintos planos y del Futurismo la idea de movimiento al colocar
distintos momentos del personaje que desciende en el mismo espacio.
La
aparición de la fotografía y de las denominadas cronofotografías de
Muybridge o de Marey, que recogían animales y personas en movimiento,
sirvieron de inspiración al arte futurista que pretendía plasmar el
ruido, la velocidad, la contaminación, la violencia... todo "lo bueno"
de la sociedad industrial cercana a la Gran Guerra. Lo que hace Duchamp
es usar el viejo modelo académico del desnudo femenino y reinterpretarlo
a través de una vanguardia que estaba precisamente en contra del
academicismo, los museos y la belleza clásica.
Me has dejado totalmente sorprendida! El arte es un gran desconocido para mí pero con la explicación y la maravillosa foto de David para comparar me ha encantado el cuadro que nos presentas!! Un lujazo de entrada, de verdad.
ResponderEliminarBesotes!