lunes, 12 de mayo de 2014

Lamentación sobre Cristo muerto (c.1480-90), Andrea Mantegna

La perspectiva fue el gran hallazgo del Renacimiento a la hora de representar la profundidad del espacio sobre una superficie plana, usando para ello la geometría y las matemáticas. Los edificios, por sus estructuras en forma de paralelepípedos, se usaron en los fondos con el objetivo de crear esa ilusión de tercera dimensión. 

Si aplicamos la perspectiva al cuerpo humano hablamos entonces de escorzo. Uno de los más famosos por su carácter drástico, rompedor y hasta agresivo con el espectador fue éste creado por Mantegna. El pintor reproduce el cuerpo de Cristo ya muerto, tendido sobre una superficie de mármol, pero no lo hace a lo largo, sino que nos lo coloca de frente, casi invadiendo nuestro espacio. Los pies ocupan el primer plano, y no están idealizados, lo que es más novedoso aún. La anatomía del resto del cuerpo está un tanto distorsionada: podemos ver un tórax demasiado ancho, una cabeza un poco más grande de lo que le correspondería y una piernas que parecen algo cortas. Sin embargo, la audacia de Mantegna es innegable. La forma de mostrarnos la muerte de Cristo lo convierte en un ser humano. Un aspecto que llama la atención es el hecho de que los genitales del cadáver son el centro geométrico de la composición. 

La maestría de Mantegna en el uso de la perspectiva geométrica aplicada al cuerpo humano tiene en esta tabla su mejor ejemplo. 





 

1 comentario:

  1. La técnica del escorzo siempre me ha parecido fascinante. La pintura de la que hablas no la conocía pero me ha dejado muy impresionada, qué impactante. La fotografía de Gandy es mejor aún, eso sí...

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